Navidad, Sin categoría

9 de enero. Feria de Navidad

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4,11-18/

Sal 71,1-2.10-11.12-13/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierrra/

Marcos 6,45-52/

«En seguida, Jesús obligó a sus discípulos a que subieran a la barca y lo precedieran en la otra orilla, hacia Betsaida, mientras él despedía a la multitud. Una vez que los despidió, se retiró a la montaña para orar. Al caer la tarde, la barca estaba en medio del mar y él permanecía solo en tierra. Al ver que remaban muy penosamente, porque tenían viento en contra, cerca de la madrugada fue hacia ellos caminando sobre el mar, e hizo como si pasara de largo.Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero él les habló enseguida y les dijo: «Tranquilícense, soy yo; no teman». Luego subió a la barca con ellos y el viento se calmó. Así llegaron al colmo de su estupor, porque no habían comprendido el milagro de los panes y su mente estaba enceguecida.»

Comentario

Jesús sabe sobre los miedos de los apóstoles, quienes todavía no habían comprendido sus manifestaciones milagrosas, pero sí comprendían que su él era un referente en sus vidas en quien podían confiar. Estos al principio se muestran temerosos, pero Jesús los tranquiliza con su presencia y sus palabras. Así lo hizo Claudina con las niñas a quienes educó: su presencia era tranquilizadora, así como también lo eran sus gestos. Dos personas de distintas épocas, pero con el mismo objetivo: ayudar y reconfortar a los pobres de espíritu.

Hoy, en un mundo en el que muchas veces sentimos temor por lo que nos pasa y nos rodea, en el que a veces no comprendemos el porqué de mucho de lo que nos sucede, no debemos sentir miedo, sino que debemos profundizar nuestra fe en Dios. ¿De qué manera podemos hacerlo? Una de ellas es mirar a nuestros referentes, quienes siempre tienen una palabra de aliento; otra, es analizar sus gestos, aquellos que nos reconfortan y nos dan confianza. Por eso es importante que sigamos leyendo y releyendo los mensajes que Jesús nos regala diariamente en los evangelios porque él es la verdad, el camino y la vida.

Natalia Frate.Comunidad educativa JM de Buenos Aires

Presentación1

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