Pascua

Domingo de Pascua.Jesús vive en nosotros

 


El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba
oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había
sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo
al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor
y no sabemos dónde lo han puesto». Pedro y el otro discípulo
salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro
discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes.
Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no
entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el
sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había
cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en
un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado
antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían
comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los
muertos. Juan 20, 1-9:

 

Me tomo el tiempo necesario para sentirme en la presencia de Dios.
La invitación en esta oración con el Señor es a través de su palabra, en el sepulcro vacío, iluminado por su Resurrección.
Puntos para ayudar a profundizar la oración: nos tomarnos unos minutos, nos abandonamos en su palabra.

➢ Encuentro… María Magdalena va al encuentro de Jesús, aun creyéndolo muerto, quiere estar cerca de lo que queda de Él, y mientras va, se pregunta: ¿Quién me correrá la piedra? No lo sabe, pero camina igual, y cuando llega se encuentra con la piedra corrida y el sepulcro vacío. Jesús nos invita a ponernos en camino para el encuentro, esperando contra toda esperanza.
¿Dónde busco el encuentro con Jesús en mi vida de todos los días?

➢ Escucha… María Magdalena sale corriendo a buscar a los apóstoles y les cuenta que el cuerpo de Jesús había desaparecido, ellos la escuchan y se despierta en sus corazones la esperanza, van corriendo y ahora sí entienden los anuncios sobre la resurrección.
¿Qué necesito escuchar que anime mi esperanza? ¿Cómo debo disponer mi corazón para escuchar y entender las palabras del Evangelio que sostienen mi esperanza?

➢ Discernimiento… Tantas veces nos paralizan las piedras que pensamos que no vamos a poder correr para encontrarnos con lo que deseamos y amamos. Tantas veces sentimos que sólo vamos a encontrarnos con el fracaso, la decepción, la muerte… Y Jesús siempre nos sorprende si nos ponemos en camino hacia Él y nos llena de vida, de amor, de esperanza de alegría.
¿Soy consciente de cuáles son las piedras que me impiden reconocer el triunfo de la Vida, las que me desalientan para caminar al encuentro de Jesús

 

Claudina:

Ayudanos a saber ver a través del dolor y a
sostener nuestra esperanza en la Vida,

como
vos lo hiciste

 

 

 

Sin categoría

Viernes Santo.»Mientras lo llevaban a crucificar…»

 


“Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a que llevara la cruz.” Mt 27,32
“Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo»”.Jn 19,25-26

 

Me tomo el tiempo necesario para sentirme en la presencia de Dios.
La invitación en esta oración con el Señor, a través de su palabra, es en el camino del dolor.
Puntos para ayudar a profundizar la oración: nos tomamos unos minutos, nos abandonamos en su Palabra.


Encuentro…
A Simón de Cirene, de camino hacia casa volviendo del trabajo lo obligan a llevar la cruz detrás
de Jesús. De este encuentro involuntario ha brotado la fe. Acompañando a Jesús y compartiendo el peso de la cruz, el Cireneo comprendió que era una gracia poder caminar junto a este Crucificado y socorrerlo. Cada vez que nos acercamos con bondad a quien sufre, a quien es perseguido o está indefenso, compartiendo su sufrimiento, ayudamos a llevar la misma cruz de Jesús.
¿Soy como el Cireneo, que volvía del trabajo, cansado, pero que tuvo la buena voluntad de ayudar al Señor a llevar la cruz?


Escucha…
Hoy el camino del vía Crucis se prolonga en el clamor de los más pobres y sufrientes… tantos rostros de la guerra, rostros de ancianos abandonados, rostros de mujeres y niños… tantos desconocidos que hemos aprendido a invisibilizar.
Y nosotros, Señor, ¿qué hacemos? ¿Qué y cómo escuchamos? ¿Cómo reaccionamos ante Jesús que sufre, camina, emigra?


➢ Discernimiento…
“El camino de Jesús hacia el Calvario es un camino de sufrimiento y soledad que continúa en nuestros días. Él camina, padece en tantos rostros que sufren la indiferencia satisfecha y anestesiante de nuestra sociedad, sociedad que consume y se consume, que ignora y se ignora en el dolor de sus hermanos.” “Como María queremos aprender a estar. Enséñanos, Señor, a estar al pie de la cruz, al pie de las cruces; despierta esta noche nuestros ojos, nuestro corazón; rescátanos de la parálisis y de la confusión, del miedo y de la desesperación. Padre, enséñanos a decir: Aquí estoy junto a tu Hijo, junto a María y junto a tantos discípulos amados que quieren hospedar tu Reino en el corazón. Amén.” (Francisco, JMJ 2019)
¿Estoy dispuesto como María a “estar “al pie de la cruz, al pie de tantas cruces?

 

Como Claudina queremos caminar con
esperanza nuestras calles, descubriendo el rostro del crucificado y dispuestos a cargar su cruz. Porque Cristo intercede continuamente ante el Padre por nosotros y, mirando nuestro
mundo violento, nuestro mundo herido, no se cansa nunca de repetir ―y nosotros lo hacemos ahora con el corazón, en silencio: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”
(Francisco, Domingo de Ramos 2022

Los invitamos a escuchar la canción Camino a la cruz, a modo de cierre de esta oración:https://youtu.be/clcP5zPxMx

Semana Santa

Jueves Santo,»He deseado ardientemente comer esta Pascua con ustedes”.

 

Lucas 22; 14-18:
“Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los
Apóstoles y les dijo: «He deseado ardientemente
comer esta Pascua con ustedes antes de mi Pasión,
porque les aseguro que ya no la comeré más hasta
que llegue a su pleno cumplimiento en el Reino de
Dios». Y tomando una copa, dio gracias y dijo:
«Tomen y compártanla entre ustedes. Porque les
aseguro que desde ahora no beberé más del fruto
de la vid hasta que llegue el Reino de Dios”.


Me tomo el tiempo necesario para sentirme en la presencia de Dios. La invitación en esta oración con el Señor es a través de su Palabra, en la mesa del encuentro sincero.
Puntos para ayudar a profundizar la oración: nos tomarnos unos minutos, nos abandonamos en su Palabra.


Encuentro…Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles.Jesús prepara con mucho detalle y dedicación el lugar para la cena. Esto nos habla de la necesidad de preparar todo nuestro ser para disponernos y sentarnos a la mesa con OTROS. La mesa es el símbolo de la llamada al encuentro. A disponernos para compartir lo esencial, importante de la vida…
¿Estoy preparado y abierto para invitar a mi mesa?


Escucha… Conversación esencial de Jesús y los discípulos. En la mesa Pascual Jesús tenía tanto por escuchar y tanto para anunciar. Jesús abre su corazón y cuenta todo, da el espacio a eso esencial, lo profundo, transparente, sincero, lo pone todo sobre la mesa, no juzga, no se guarda nada. Habla para todos, sin primeros lugares, porque Jesús en la última cena quiere que estén todos, incluye a todos.
¿En esta invitación a compartir la mesa, incluyo a todos?


Discernimiento…Jesús desea ardientemente encontrarse con el hombre en su realidad humana, eso es motivo de alegría inmensa. Los sienta a la mesa para compartirlo todo, lo bueno y lo malo. Dios ama nuestro ser, nuestra humanidad y ese deseo de Jesús de encontrarse conmigo se transforma en amor para dar.
¿Soy consciente de que Jesús me ama tanto que su deseo de estar conmigo es ardiente?
Y yo a su vez ¿soy capaz de tener ese deseo ardiente de sentarme con los demás en la mesa de la vida?

Claudina:»mesa dispuesta para el encuentro, queremos aprender de tu corazón generoso que sólo sabe del «nosotros»

Los invitamos a escuchar la canción La Mesa, a modo de cierre de esta oración:

https://drive.google.com/file/d/1lNcezcGfuJUcxVhUkixGSRW5nmzza5Vr/view?usp=sharing

AFJM AU


 

 

Sin categoría

4 de abril .Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):

EN aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Palabra de Dios

Salmo

Sal 117,1-2.16ab-17.22-23

R/.
 Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo


Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterno su Amor
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):

«Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, entonces ustedes también aparecerán con él, llenos de gloria.»
Palabra de Dios

Secuencia

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):

«El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». P edro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.»
                                                                                                                                                                                                                                            Palabra del Señor.

COMENTARIO

En el evangelio de Juan, en el primer relato después de la muerte de Jesús, los ojos de Pedro y Magdalena siguen sin ver la resurrección. Sólo “el discípulo amado”, que no es únicamente Juan, sino la representación de todos los discípulos amados por Jesús, es capaz de ver en esas vendas tiradas en el suelo, un signo de liberación de las ataduras de la muerte, el signo de la resurrección.

Mientras los demás se siguen preguntando dónde habrán puesto el cuerpo del Señor, el discípulo amado, vio y creyó. La resurrección no se impone, necesitamos la fe.

Hoy, más que nunca, en un momento de cruz para toda la humanidad, unida en el dolor y el miedo, nuestra misión como cristianos es anunciar la esperanza de la vida que triunfa por sobre todo, que tira al suelo las cadenas que nos ligan a la muerte. Anunciar que dela tumba más oscura, dela peor angustia, podemos salir, pero no solos, sino de la mano de Jesús, porque, como dice San Pablo, nosotros también resucitamos con Cristo.

El salmo de hoy nos invita a repetir: Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor. Claudina hizo tan suya esta experiencia de Dios bueno, marcó tanto su vida, que fueron las últimas palabras que nos dejó, una frase que resume toda su experiencia de vida: ¡Qué bueno es Dios!

Celebremos este día de Pascua, de paso de la muerte a la vida, el más sagrado para los cristianos, en un espíritu de profunda gratitud por la Vida que nos regala la bondad de Dios Padre, en su Hijo Jesús Resucitado.

Equipo Recorriendo JM

Rezamos con:

Canción de madrugada, interpretada por las Religiosas de Jesús María

Semana Santa

28 de marzo de 2021. Domingo de Pasión (Domingo de Ramos)

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (50,4-7):
Salmo

Sal 21,8-9.17-18a.19-20.23-24

R/.
 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):

Evangelio

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-39):
«En cuanto amaneció, los sumos sacerdotes se reunieron en Consejo con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín. Y después de atar a Jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Este lo interrogó: «¿Tú eres el rey de los judíos?». Jesús le respondió: «Tú lo dices». Los sumos sacerdotes multiplicaban las acusaciones contra él. Pilato lo interrogó nuevamente: «¿No respondes nada? ¡Mira de todo lo que te acusan!». Pero Jesús ya no respondió a nada más, y esto dejó muy admirado a Pilato. 6.En cada Fiesta, Pilato ponía en libertad a un preso, a elección del pueblo. Había en la cárcel uno llamado Barrabás, arrestado con otros revoltosos que habían cometido un homicidio durante la sedición. La multitud subió y comenzó a pedir el indulto acostumbrado. Pilato les dijo: «¿Quieren que les ponga en libertad al rey de los judíos?». Él sabía, en efecto, que los sumos sacerdotes lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la multitud a pedir la libertad de Barrabás. Pilato continuó diciendo: «¿Qué quieren que haga, entonces, con el que ustedes llaman rey de los judíos?». Ellos gritaron de nuevo: «¡Crucifícalo!». Pilato les dijo: «¿Qué mal ha hecho?». Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: «¡Crucifícalo!». Pilato, para contentar a la multitud, les puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado. Los soldados lo llevaron dentro del palacio, al pretorio, y convocaron a toda la guardia. Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una corona de espinas y se la colocaron. Y comenzaron a saludarlo: «¡Salud, rey de los judíos!». Y le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando la rodilla, le rendían homenaje. Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo. Como pasaba por allí Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que regresaba del campo, lo obligaron a llevar la cruz de Jesús. Y condujeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa: «lugar del Cráneo». Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó. Después lo crucificaron. Los soldados se repartieron sus vestiduras, sorteándolas para ver qué le tocaba a cada uno. Ya mediaba la mañana cuando lo crucificaron. La inscripción que indicaba la causa de su condena decía: «El rey de los judíos». Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: y fue contado entre los malhechores. Los que pasaban lo insultaban, movían la cabeza y decían: «¡Eh, tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, sálvate a ti mismo y baja de la cruz!». De la misma manera, los sumos sacerdotes y los escribas se burlaban y decían entre sí: «¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo!Es el Mesías, el rey de Israel, ¡que baje ahora de la cruz, para que veamos y crea-mos!». También lo insultaban los que habían sido crucificados con él. Al mediodía, se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde; y a esa hora, Jesús exclamó en alta voz: «Eloi, Eloi, lamá sabactani», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: «Está llamando a Elías». Uno corrió a mojar una esponja en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña, le dio de beber, diciendo: «Vamos a ver si Elías viene a bajarlo». Entonces Jesús, dando un gran grito, expiró. El velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Al verlo expirar así, el centurión que estaba frente a él, exclamó: «¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!».»

                                                                                              PALABRA DE DIOS

Comentario

Hoy, Domingo de Ramos todo está preparado para acompañar a Jesús en su Pascua. Dónde Él entra triunfante para entregar su vida por cada uno de nosotros.
En este evangelio podemos encontrar muchos simbolismos, pero lo que más nos llama a nosotros
a reflexionar son tres puntos:


El primero, es el de una mujer que rompe el frasco de perfume para derramar sobre la cabeza de
Jesús. Ese frasco representa la persona misma y el perfume es el amor. El amor que es dar todo,
no quedarnos nada para sí solos. Jesús es el frasco que se rompe por amor a nosotros y no se queda con nada para Él.

El segundo es la decisión de la traición, dónde todo un pueblo que alababan piden que lo
crucificara. Y esto realmente es para meditarlo profundamente. ¿Cuántas veces lo hemos
crucificado nosotros? Sin embargo Jesús contempla la traición de su pueblo.


Por último la expresión de aquel soldado, quien ha sido testigo del amor de Dios: diciendo verdaderamente éste era el hijo del hombre.


Que Claudina nos ayude a imitar a Jesús entregándonos por los demás.
Que podamos experimentar el amor Misericordioso de Dios, despertando en cada uno de
nosotros el deseo de poder agradar a Él haciendo el bien, como lo supo ella experimentar en la entrega, el servicio y el perdón.

AFJM, Corrientes

 

 

 

Cuaresma

21 de marzo. Domingo 5º de Cuaresma –

Primera lectura

Lectura del profeta Jeremías (31,31-34):
Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Salmo

Sal 50  R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro

Segunda lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):

«Y, aunque era Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos qué significa obedecer. 9.De este modo, él alcanzó la perfección y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen,»

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (12,20-33):

Entre los que había subido para adorar durante la fiesta, había unos griegos. que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: «Señor, queremos ver a Jesús». Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron a Jesús. El les respondió: «Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. Mi alma ahora está turbada, ¿Y qué diré: «Padre, líbrame de esta hora? ¡Sí, para eso he llegado a esta hora! ¡Padre, glorifica tu Nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo: «Ya lo he glorificado y lo volveré a glorificar». La multitud que estaba presente y oyó estas palabras, pensaba que era un trueno. Otros decían: «Le ha hablado un ángel». Jesús respondió: «Esta voz no se oyó por mí, sino por ustedes. Ahora ha llegado el juicio de este mundo, ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera; y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí». Jesús decía esto para indicar cómo iba a morir.

Palabra del Señor

COMENTARIO

 

“La exclamación de Jesús ha llegado la hora está en tiempo prefecto, lo que da a entender que la hora ha llegado…y, continúa vigente, siempre llegando. Cruz, muerte, resurrección, glorificación, salvación universal, inauguración definitiva del reinado de Dios en Cristo, todo coincide en Juan en un mismo suceso, en un mismo momento fundacional que él denomina la hora de Jesús. Ese es el momento en que toda la humanidad y toda la historia quedan referidas a ese acontecimiento central y definitivo. La imagen del grano de trigo apunta también a la metáfora de esa hora paradójica.

La hora de Jesús es también una llamada a decidir. Nuestra hora es ahora. Desde el momento en que Jesús entregó su vida por nosotros, fue crucificado y resucitado, ese momento se transforma en una decisión terrena, una llamada a la entrega constante e irrevocable.

La hora de Jesús es nuestra hora. Jesús lanza una llamada a vivir con la mirada puesta en su cruz y en su resurrección. No hay una sin la otra. No hay amor sin entrega. No hay fe sin servicio. No hay vida sin abandono. No hay fecundidad sin entrega.

Jesús está levantado para siempre delante de nosotros, atrayéndonos a todos, llamándonos a todos a escuchar su Palabra, dejarnos iluminar por su luz, creer en él y seguirlo para estar siempre con él, en el amor del Padre.

¿Vivo mi relación con Jesús desde esta permanente actualidad y vigencia?”

Gonzalo Zarazaga, SJ. Meditaciones con el evangelio de Juan.Cap.21. Ed San Pablo

 

Nos dice María Campillo RJM en su ponencia del Simposio JM 2018 en Lyon ,Claudina, “Hablando con el Crucificado, como un amigo, se preguntaría: “¿qué debo hacer por Cristo…? Ante su llamada pudo brotar: “no queriendo vivir sino para Ti”, contigo y como Tú. Respuesta que le llevaría a “salir de su propio amor, querer e interés”  decidida a optar por la Vida para que otros puedan vivir, y a buscar cómo seguirle para servirle en los pobres y responder a las necesidades del entorno. Inicia su camino apostólico que Dios le irá revelando poco a poco y ella lo irá secundando.”

 

 

Cuaresma

14 de Marzo. Domingo 4º de Cuaresma –

» Dios amó tanto al mundo»

Primera lectura

Lectura del segundo libro de las Crónicas (36,14-16.19-23):Dios Da a Su Pueblo Nuevas
Oportunidades
Incluso cuando Dios castiga a su pueblo con el exilio, Dios no puede menos de ser fiel. Utiliza incluso a paganos para devolver a su pueblo a la Tierra Prometida.

Salmo

Sal 136,1-2.3.4.5.6R/. Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,4-10):Todo es gracia..
Por su gracia, Dios ha salvado a su pueblo del exilio. De nuevo por la gracia de Dios, su Hijo Jesús nos salva de la muerte del pecado. En el plan de Dios todo es un don gratuito de gracia.

Evangelio (Jn 3,14-21) Cristo tenía que morir en la cruz para salvarnos y darnos vida eterna, El vino, no a condenarnos sino a salvarnos.

Lectura del santo evangelio según san Juan (3,14-21):

«De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna. Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios».»
Palabra del Señor

Comentario del evangelio:

Nicodemo se acerca a Jesús de noche, es un buscador, un corazón inquieto que no se conforma con su oscuridad. La noche era el tiempo más adecuado -según la tradición judía- para estudiar la Ley. SeguramenteJesús busco sus ojos aquella charla porque sabía lo que llevaba en su corazón y quería que lo deje salir para que pueda entrarle la luz de una mañana nueva.

Nicodemo, En el fondo, tiene miedo a pisar terrenos desconocidos, que no controla, no tiene ganas de atravesar sus tinieblas y se escuda con sus razonamientos…

Jesús nos ofrece una vida llena de sentido, cada uno de nosotros lleva una promesa de salvación, es una promesa de Vida a través de los otros confiando en su Misericordia. Él nos ayuda a discernir la luz de las tinieblas de nuestras noches, que me acerca y que me aleja del prójimo. Dejemos que la luz de Jesús Habite en nuestras vidas.

Este domingo podemos reflexionar y tener registro de ¿cuáles son las actitudes que nos acerca y cuáles son las que nos aleja de su Misericordia?

Claudina nos muestra claramente con su vida la experiencia de la Bondad y Misericordia de Dios que ella fue buscando. Y abrazando ese misterio se puso al servicio de los demás, confiando y dejándose guiar por esa Luz de la Gracia que seguramente brillaba más que nunca en sus largas noches. Junto a ella seguimos caminando en esta cuaresma abrazando también nuestras experiencias de la Bondad y Misericordia de Dios.

AFJM, GRUPO DE ORACION , BUENOS AIRES

Candiles de lo absoluto

Que resurjan nuestras ganas de encender velas del amor de Dios en este mundo, para que nunca en él la oscuridad, nos vuelva ciegos al dolor del prójimo.

 Que nuestra fe escuchimizada engorde, no solo con rezos, sino también con obras. Pues el hambre y la sed de nuestros días, no digieren ya doctrinas sobre Dios.

 Que el candil de nuestra vida sea luz no de mecha gastada ni humeante, sino de antorcha encendida que acompaña las preguntas sobre Dios en los golpes de la vida.

 (Seve Lázaro, sj)

Cuaresma

7 de Marzo. Domingo 3º de Cuaresma




«No hagan de la casa de mi Padre, una cueva de ladrones»

Lectura del libro del Éxodo (20,1-17)

Sal 18,8.9.10.11

R/.
 Señor, tú tienes palabras de vida eterna

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,22-25)

Lectura del santo evangelio según san Juan (2,13-25)

«Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio». Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá. Entonces los judíos le preguntaron: «¿Qué signo nos das para obrar así?». 19.Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar».Los judíos le dijeron: «Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero él se refería al templo de su cuerpo. Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado. Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de Pascua, muchos creyeron en su Nombre al ver los signos que realizaba. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie: él sabía lo que hay en el interior del hombre.»

Jesús es más grande que nuestros esquemas

Comentario:

Al leer este evangelio nos puede llamar la atención ver a Jesús enojado, indignado, tirando mesas, arrojando monedas de los cambistas…  quizá muchas veces lo imaginamos bondadoso, paciente, humilde, acogedor y no nos sienta bien contemplarlo enojado.

Pero allí está: el evangelista nos presenta esta escena.  Jesús llega al templo de Jerusalén, el lugar de la presencia de Dios por excelencia para su pueblo.  Seguramente Jesús también comparte con ellos ese sentimiento profundo de la presencia de Dios allí.  Y lo que se encuentra lo indigna: la casa de su Padre convertida en cueva de ladrones.

Pareciera que con algunas cosas Jesús no puede quedarse quieto, no puede hacer como si no ve.  Por eso manifiesta lo que cree es la verdad, pone al descubierto las injusticias y desigualdades que esconde ese sistema de sacrificios a cambio de ofrendas, que olvida lo verdaderamente importante: a Dios presente en el templo que es cada persona.

Me viene a la memoria otro texto donde Jesús se indigna por la dureza de corazón de los fariseos ante el hombre curado en sábado. (Mc. 3, 1-6)

En este camino hacia la Pascua, al mirar a Jesús este domingo, podemos mirarnos en él.  Pedir la gracia de descubrir la central de su propuesta de humanidad nueva, -el reino-, aquello por lo que vale la pena jugarse, indignarse, proclamar, aun sabiendo que podemos quedar mal parados.  Que Jesús nos contagie su modo: cuándo vale la pena arriesgar, cuándo lo mejor es hacerse a un costado;  que sepamos discernir con su Espíritu qué enojos son como los suyos, para “más amarlo y seguirlo de cerca”.

Que Claudina nos contagie ese estilo de Jesús, ella que fue capaz de estar de pie en situaciones tan difíciles, que aprendió a discernir la bondad de Dios presente en cada uno, y en la ausencia de bondad, un llamado a la misión.  Con ella seguimos en comunidad, este camino hacia la Pascua.

                                                                                                              AFJM , Montevideo, Uruguay

Cuaresma

28 de Febrero. Domingo 2º de Cuaresma

«Queremos estar siempre contigo Señor»

Primera lectura

Lectura del libro del Génesis (22,1-2.9-13.15-18):
Él respondió: «Aquí me tienes.»

Salmo

Sal 115,10.15.16-17.18-19

R/.
 Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida


Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (8,31b-34):

Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él?

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,2-10):

«Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. 4.Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor. Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: «Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo».De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos. Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría «resucitar de entre los muertos».»
                                                                                                                                                  Palabra del Señor

Comentario

Jesús se los llevó con Él… y allí se mostró con toda su luz…

Así como Jesús se los llevó a un lugar apartado a estar con Él, a compartir un tiempo de intimidad con ellos, sus discípulos más cercanos, los que compartían el día a día, así también hoy nos invita a cada uno a un encuentro profundo, privilegiado, íntimo. 

Hoy quiere encontrarse con vos, en la cercanía de la oración, quiere también hoy iluminar tu vida.

Pedro tomando la palabra dijo: “qué bien se está aquí”. Esa experiencia de plenitud, de encuentro profundo con Jesús transfigurado hace crecer en Pedro el deseo de permanecer. También nosotros estamos invitados a vivir ese encuentro, también nosotros estamos invitados a la plenitud, a esa experiencia honda que nos lleva a permanecer.

“Qué bien se está aquí”… como cuando compartimos un rato en familia, como cuando nos encontramos con un amigo que hace tiempo que no vemos, que alegría saber que siempre podemos volver a Él, porque tenemos la certeza que nos espera.

Y esa voz que corre el velo, y les descubre al Hijo Amado, cuánto amor desbordan estas palabras, cuánta generosidad de un Dios que se abaja y nos hace hijos en el Hijo

Jesús los mandó callar hasta la Resurrección, nosotros somos testigos de la Resurrección, nuestra fe es fe en el resucitado, y por esta fe estamos llamados a compartir la experiencia de su amor. 

Para este encuentro los discípulos tuvieron que caminar, subir a la montaña, y allí ser testigos de la luz deslumbrante, también en nuestra vida hay momentos que se nos hacen cuesta arriba, parece difícil seguir andando, pero Él nos llama, nos invita a estar con Él, nos espera y quiere con su luz iluminar nuestra vida.

*Claudina supo de largas caminatas, subidas silenciosas, y encuentros profundos. Pudo ver la bondad de Dios transfigurada en medio de los dolores de su tiempo, y su vida fue testimonio de esta experiencia de amor, que hoy llega hasta nosotros. 

Reflexiones:

Tiempo de Cuaresma, Tiempo de Oración, Tiempo de volver a Dios

*Al leer el texto bíblico, ¿qué queda resonando en vos?

*¿Te das el espacio para disfrutar con Jesús, y experimentar el “qué bien se está aquí”?

Estamos llamados a compartir esta buena nueva, ¿te animas a compartir tu experiencia de Fe?  

AFJM, CARDONA ,URUGUAY