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4 de abril .Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43):

EN aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
«Vosotros conocéis lo que sucedió en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Palabra de Dios

Salmo

Sal 117,1-2.16ab-17.22-23

R/.
 Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo


Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterno su Amor
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia. R/.

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3,1-4):

«Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, entonces ustedes también aparecerán con él, llenos de gloria.»
Palabra de Dios

Secuencia

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?»
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada,

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.»

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (20,1-9):

«El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto». P edro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.»
                                                                                                                                                                                                                                            Palabra del Señor.

COMENTARIO

En el evangelio de Juan, en el primer relato después de la muerte de Jesús, los ojos de Pedro y Magdalena siguen sin ver la resurrección. Sólo “el discípulo amado”, que no es únicamente Juan, sino la representación de todos los discípulos amados por Jesús, es capaz de ver en esas vendas tiradas en el suelo, un signo de liberación de las ataduras de la muerte, el signo de la resurrección.

Mientras los demás se siguen preguntando dónde habrán puesto el cuerpo del Señor, el discípulo amado, vio y creyó. La resurrección no se impone, necesitamos la fe.

Hoy, más que nunca, en un momento de cruz para toda la humanidad, unida en el dolor y el miedo, nuestra misión como cristianos es anunciar la esperanza de la vida que triunfa por sobre todo, que tira al suelo las cadenas que nos ligan a la muerte. Anunciar que dela tumba más oscura, dela peor angustia, podemos salir, pero no solos, sino de la mano de Jesús, porque, como dice San Pablo, nosotros también resucitamos con Cristo.

El salmo de hoy nos invita a repetir: Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor. Claudina hizo tan suya esta experiencia de Dios bueno, marcó tanto su vida, que fueron las últimas palabras que nos dejó, una frase que resume toda su experiencia de vida: ¡Qué bueno es Dios!

Celebremos este día de Pascua, de paso de la muerte a la vida, el más sagrado para los cristianos, en un espíritu de profunda gratitud por la Vida que nos regala la bondad de Dios Padre, en su Hijo Jesús Resucitado.

Equipo Recorriendo JM

Rezamos con:

Canción de madrugada, interpretada por las Religiosas de Jesús María

Semana Santa

28 de marzo de 2021. Domingo de Pasión (Domingo de Ramos)

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (50,4-7):
Salmo

Sal 21,8-9.17-18a.19-20.23-24

R/.
 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,6-11):

Evangelio

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (15,1-39):
«En cuanto amaneció, los sumos sacerdotes se reunieron en Consejo con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín. Y después de atar a Jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Este lo interrogó: «¿Tú eres el rey de los judíos?». Jesús le respondió: «Tú lo dices». Los sumos sacerdotes multiplicaban las acusaciones contra él. Pilato lo interrogó nuevamente: «¿No respondes nada? ¡Mira de todo lo que te acusan!». Pero Jesús ya no respondió a nada más, y esto dejó muy admirado a Pilato. 6.En cada Fiesta, Pilato ponía en libertad a un preso, a elección del pueblo. Había en la cárcel uno llamado Barrabás, arrestado con otros revoltosos que habían cometido un homicidio durante la sedición. La multitud subió y comenzó a pedir el indulto acostumbrado. Pilato les dijo: «¿Quieren que les ponga en libertad al rey de los judíos?». Él sabía, en efecto, que los sumos sacerdotes lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la multitud a pedir la libertad de Barrabás. Pilato continuó diciendo: «¿Qué quieren que haga, entonces, con el que ustedes llaman rey de los judíos?». Ellos gritaron de nuevo: «¡Crucifícalo!». Pilato les dijo: «¿Qué mal ha hecho?». Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: «¡Crucifícalo!». Pilato, para contentar a la multitud, les puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado. Los soldados lo llevaron dentro del palacio, al pretorio, y convocaron a toda la guardia. Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una corona de espinas y se la colocaron. Y comenzaron a saludarlo: «¡Salud, rey de los judíos!». Y le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando la rodilla, le rendían homenaje. Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo. Como pasaba por allí Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que regresaba del campo, lo obligaron a llevar la cruz de Jesús. Y condujeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa: «lugar del Cráneo». Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó. Después lo crucificaron. Los soldados se repartieron sus vestiduras, sorteándolas para ver qué le tocaba a cada uno. Ya mediaba la mañana cuando lo crucificaron. La inscripción que indicaba la causa de su condena decía: «El rey de los judíos». Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: y fue contado entre los malhechores. Los que pasaban lo insultaban, movían la cabeza y decían: «¡Eh, tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, sálvate a ti mismo y baja de la cruz!». De la misma manera, los sumos sacerdotes y los escribas se burlaban y decían entre sí: «¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo!Es el Mesías, el rey de Israel, ¡que baje ahora de la cruz, para que veamos y crea-mos!». También lo insultaban los que habían sido crucificados con él. Al mediodía, se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde; y a esa hora, Jesús exclamó en alta voz: «Eloi, Eloi, lamá sabactani», que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: «Está llamando a Elías». Uno corrió a mojar una esponja en vinagre y, poniéndola en la punta de una caña, le dio de beber, diciendo: «Vamos a ver si Elías viene a bajarlo». Entonces Jesús, dando un gran grito, expiró. El velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Al verlo expirar así, el centurión que estaba frente a él, exclamó: «¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!».»

                                                                                              PALABRA DE DIOS

Comentario

Hoy, Domingo de Ramos todo está preparado para acompañar a Jesús en su Pascua. Dónde Él entra triunfante para entregar su vida por cada uno de nosotros.
En este evangelio podemos encontrar muchos simbolismos, pero lo que más nos llama a nosotros
a reflexionar son tres puntos:


El primero, es el de una mujer que rompe el frasco de perfume para derramar sobre la cabeza de
Jesús. Ese frasco representa la persona misma y el perfume es el amor. El amor que es dar todo,
no quedarnos nada para sí solos. Jesús es el frasco que se rompe por amor a nosotros y no se queda con nada para Él.

El segundo es la decisión de la traición, dónde todo un pueblo que alababan piden que lo
crucificara. Y esto realmente es para meditarlo profundamente. ¿Cuántas veces lo hemos
crucificado nosotros? Sin embargo Jesús contempla la traición de su pueblo.


Por último la expresión de aquel soldado, quien ha sido testigo del amor de Dios: diciendo verdaderamente éste era el hijo del hombre.


Que Claudina nos ayude a imitar a Jesús entregándonos por los demás.
Que podamos experimentar el amor Misericordioso de Dios, despertando en cada uno de
nosotros el deseo de poder agradar a Él haciendo el bien, como lo supo ella experimentar en la entrega, el servicio y el perdón.

AFJM, Corrientes

 

 

 

Cuaresma

14 de Marzo. Domingo 4º de Cuaresma –

» Dios amó tanto al mundo»

Primera lectura

Lectura del segundo libro de las Crónicas (36,14-16.19-23):Dios Da a Su Pueblo Nuevas
Oportunidades
Incluso cuando Dios castiga a su pueblo con el exilio, Dios no puede menos de ser fiel. Utiliza incluso a paganos para devolver a su pueblo a la Tierra Prometida.

Salmo

Sal 136,1-2.3.4.5.6R/. Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (2,4-10):Todo es gracia..
Por su gracia, Dios ha salvado a su pueblo del exilio. De nuevo por la gracia de Dios, su Hijo Jesús nos salva de la muerte del pecado. En el plan de Dios todo es un don gratuito de gracia.

Evangelio (Jn 3,14-21) Cristo tenía que morir en la cruz para salvarnos y darnos vida eterna, El vino, no a condenarnos sino a salvarnos.

Lectura del santo evangelio según san Juan (3,14-21):

«De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna. Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios».»
Palabra del Señor

Comentario del evangelio:

Nicodemo se acerca a Jesús de noche, es un buscador, un corazón inquieto que no se conforma con su oscuridad. La noche era el tiempo más adecuado -según la tradición judía- para estudiar la Ley. SeguramenteJesús busco sus ojos aquella charla porque sabía lo que llevaba en su corazón y quería que lo deje salir para que pueda entrarle la luz de una mañana nueva.

Nicodemo, En el fondo, tiene miedo a pisar terrenos desconocidos, que no controla, no tiene ganas de atravesar sus tinieblas y se escuda con sus razonamientos…

Jesús nos ofrece una vida llena de sentido, cada uno de nosotros lleva una promesa de salvación, es una promesa de Vida a través de los otros confiando en su Misericordia. Él nos ayuda a discernir la luz de las tinieblas de nuestras noches, que me acerca y que me aleja del prójimo. Dejemos que la luz de Jesús Habite en nuestras vidas.

Este domingo podemos reflexionar y tener registro de ¿cuáles son las actitudes que nos acerca y cuáles son las que nos aleja de su Misericordia?

Claudina nos muestra claramente con su vida la experiencia de la Bondad y Misericordia de Dios que ella fue buscando. Y abrazando ese misterio se puso al servicio de los demás, confiando y dejándose guiar por esa Luz de la Gracia que seguramente brillaba más que nunca en sus largas noches. Junto a ella seguimos caminando en esta cuaresma abrazando también nuestras experiencias de la Bondad y Misericordia de Dios.

AFJM, GRUPO DE ORACION , BUENOS AIRES

Candiles de lo absoluto

Que resurjan nuestras ganas de encender velas del amor de Dios en este mundo, para que nunca en él la oscuridad, nos vuelva ciegos al dolor del prójimo.

 Que nuestra fe escuchimizada engorde, no solo con rezos, sino también con obras. Pues el hambre y la sed de nuestros días, no digieren ya doctrinas sobre Dios.

 Que el candil de nuestra vida sea luz no de mecha gastada ni humeante, sino de antorcha encendida que acompaña las preguntas sobre Dios en los golpes de la vida.

 (Seve Lázaro, sj)

Tiempo ordinario

7 de Febrero. Domingo 5º del Tiempo Ordinario –



«Él se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar»

Primera lectura

Lectura del libro de Job (7,1-4.6-7):

Salmo

Sal 146,1-2.3-4.5-6

R/.
 Alabad al Señor,
que sana los corazones destrozados


Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (9,16-19.22-23):

«Si anuncio el Evangelio, no lo hago para gloriarme: al contrario, es para mí una necesidad imperiosa. ¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!»


Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,29-39):

«Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de inmediato. Él se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no tuvo más fiebre y se puso a servirlos. Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los enfermos y endemoniados, y la ciudad entera se reunió delante de la puerta. Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién era él. Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar desierto; allí estuvo orando. Simón salió a buscarlo con sus compañeros, y cuando lo encontraron, le dijeron: «Todos te andan buscando». Él les respondió: «Vayamos a otra parte, a predicar también en las poblaciones vecinas, porque para eso he salido». Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando demonios.»
                                                                                                                                                            Palabra del Señor

COMENTARIO

En el Evangelio de hoy Jesús es invitado a la casa de Simón y Andrés, y casi como aprovechando las circunstancias, le ponen al tanto de la situación de la suegra de Simón.  No le piden expresamente nada: sólo le hablan, le informan de que está mala en la cama con fiebre. Con todo, están expresando su confianza con el Maestro. Esta actitud nos hace pensar en cuántas palabras sobran en nuestras oraciones, diciéndole a Dios lo que tendría que hacer. En la sinagoga (recordemos la escena del Evangelio del domingo pasado) había mandado callar al poseso de manera tajante: «¡Cállate!».  Tal vez digamos demasiadas palabras al orar sin entender que Jesús sabe de nuestras necesidades y de lo que es mejor para nosotros. Pues bien, a los discípulos les bastó con contarle la situación y lo dejaron todo en manos de Jesús. 

  • ¿Cuántas veces nos desesperamos pidiéndole a Dios por nuestras necesidades y las de nuestros seres queridos olvidándonos de ponerlas en manos de Dios? Con la actitud de quien hace un regalo confiado en que el que lo recibe sabrá apreciarlo, así debemos entregarle al Señor nuestras súplicas.

También lo que decimos respecto a la oración es aplicable al trato con los enfermos. A menudo nos llenamos de palabrería: «Verás cómo te curas enseguida». «Yo tengo un conocido que tuvo lo mismo que tú, y salió adelante». «Tienes que tener paciencia y hacer caso a los médicos» (como si el pobre enfermo no estuviera dispuesto a hacerles caso). «Si yo estuviera en tu lugar…» (cosa del todo imposible porque nadie puede estar en el lugar de otro). Incluso: «no te quejes tanto», «ten más paciencia», o «no es para tanto»

     Es verdad que estas cosas se dicen con cariño, buena intención, y pretenden ayudar, pero… seguramente sería más adecuado un gesto. «Jesús se acercó y la tomó de la mano». Acercarse. Físicamente, procurar ir, estar, acompañar al enfermo. Es un gesto de cariño que vale más que mil palabras. No es lo mismo que una llamadita, o que preguntar a quien sea cómo está. Acercarse. Y tomar de la mano. Es otro gesto importante. Cuando uno está pasándolo mal, cuánto ayuda que te den la mano, o un beso en la frente, o un abrazo en silencio. Las caricias, la ternura, las muestras de cariño nunca sobran. Especialmente (pero no únicamente) cuando se trata de personas mayores.

Es verdad que ahora lo de dar la mano, tocar, dar un beso, una caricia… son «cosas prohibidas». Pero en la medida de nuestras posibilidades debemos como Claudina dejarnos conmover por las miserias de nuestro tiempo e intentar dar respuesta. ¿Qué maneras he encontrado en éste tiempo de pandemia para acompañar a los más necesitados? ¿Qué más puedo aportar desde mi experiencia de sentirme amado por Cristo para que otros puedan sentir lo mismo?

AFJM, CORDOBA

María

1 de Enero. Lecturas del Santa María Madre de Dios

MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA

Primera lectura

Lectura del libro de los Números (6,22-27):
“El Señor te muestre tu rostro
y te conceda la paz”.
Salmo

Sal 66

R/.
 Que Dios tenga piedad y nos bendiga.
V/. Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas (4,4-7):


«Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,16-21):

«Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.»

                                                                                           Palabra del Señor

Extraído de la Audiencia General ,de Juan Pablo II (Miercoles 22 de Noviembre de 1995)

El ejemplo de María permite que la Iglesia aprecie mejor el valor del silencio. El silencio de María no es sólo sobriedad al hablar, sino sobre todo capacidad sapiencial de recordar y abarcar con una mirada de fe el misterio del Verbo hecho hombre y los acontecimientos de su existencia terrenal.

María transmite al pueblo creyente este silencio-acogida de la palabra, esta capacidad de meditar en el misterio de Cristo. En un mundo lleno de ruidos y de mensajes de todo tipo, su testimonio permite apreciar un silencio espiritualmente rico y promueve el espíritu contemplativo.

María testimonia el valor de una existencia humilde y escondida. Todos exigen normalmente, y a veces incluso pretenden, poder valorizar de modo pleno la propia persona y las propias cualidades. Todos son sensibles ante la estima y el honor. Los evangelios refieren muchas veces que los Apóstoles ambicionaban los primeros puestos en el Reino, que discutían entre ellos sobre quién era el mayor y que, a este respecto, Jesús debió darles lecciones sobre la necesidad de la humildad y del servicio (cf. Mt 18, 1-5; 20, 20-28; Mc 9, 33-37; 10, 35-45; Lc 9, 46-48; 22, 24-27). María por el contrario no deseó nunca los honores ni las ventajas de una posición privilegiada, sino que trató siempre de cumplir la voluntad divina llevando una vida según el plan salvífico del Padre.

A cuantos sienten con frecuencia el peso de una existencia aparentemente insignificante, María les muestra cuán valiosa es la vida, si se la vive por amor a Cristo y a los hermanos.

Además, María testimonia el valor de una vida pura y llena de ternura hacia todos los hombres. La belleza de su alma, entregada totalmente al Señor, es objeto de admiración para el pueblo cristiano. En María la comunidad cristiana ha visto siempre un ideal de mujer, llena de amor y de ternura, porque vivió la pureza del corazón y de la carne.

SAN JUAN PABLO II

Claudina les decía a sus compañeras : «Sean madres para las niñas» La maternidad es la capacidad de mirar al otro y abrazarlo como una madre es capaz, cómo lo hace María .

No sólo es madre aquella persona que engendra un hijo , sino también aquella que es capaz de expresar esa ternura en cada gesto de amor.

«Señor que en tu Amor infinito nos abrazas con ternura de madre en el corazón de María , renueva en nosotros , el sentido de la palabra «hermano» cuando pronunciamos su Nombre»

AFJM, EQUIPO

Adviento

13 de Diciembre. Domingo 3º de Adviento

«Estén alegres. El Señor está cerca.»

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (61,1-2a.10-11):
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor.

Salmo

Lc 1,46-48.49-50.53-54 R/. Me alegro con mi Dios

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. 

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24):
«Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús.»

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):

«Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. Él no era la luz, sino el testigo de la luz.» «Este es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: «¿Quién eres tú?».Él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: «Yo no soy el Mesías». «¿Quién eres, entonces?», le preguntaron: «¿Eres Elías?». Juan dijo: «No». «¿Eres el Profeta?». «Tampoco», respondió. Ellos insistieron: «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?»..Y él les dijo: «Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías». Algunos de los enviados eran fariseos y volvieron a preguntarle: «¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». Juan respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia». Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.»
                                                                                                                Palabra de Dios

COMENTARIO

 La sonrisa puede el mejor acto de caridad y de cariño que podemos ofrecer a una persona en esta Navidad. Una “alegría constante”, una “oración perseverante”, una “continua acción de gracias” son parte del espíritu con el cual vivir el tiempo de Adviento. Nos dice Francisco el Santo Padre

La búsqueda de la alegría y la felicidad es importante; decir que Dios no quiere que seamos felices o perseguir la alegría es falso. Dios no nos llama a una vida llena de tristeza y tristeza, sino llena de alegría. Pero la alegría en la que vivimos no se encuentra en nada en este mundo, sino que solo viene en conocer a Cristo y la gloriosa esperanza que está en él.

Hemos llegado al tercer domingo de Adviento. Y todo él está dominado por el tema de la alegría. Antiguamente se llamaba a este día «el domingo de la alegría”

 «Estad siempre alegres en el Señor» -exhorta san Pablo a los Filipenses-; os lo repito: estad alegres. El Señor está cerca.

La alegría es esencial en toda fiesta, y con Jesús estamos de fiesta. Además, es una característica de todo buen cristiano. Porque Dios nos ama infinitamente y nos protege siempre con su providencia de Padre. Porque ya hemos sido redimidos de nuestros pecados y gozamos de la compañía de nuestro Salvador. Porque albergamos en nuestro corazón las más seguras y ciertas esperanzas de una vida feliz y eternamente bienaventurada que nos aguarda en la otra vida, pero de la que ya gozamos, de alguna manera, aquí abajo. ¡Esperamos a nuestro Redentor! Y con Dios tenemos mil motivos para estar alegres y para ser optimistas. «Si Dios está con nosotros -exclamaba san Pablo-, ¿quién contra nosotros?».

Santa Claudina recomendaba «alegría de corazón, generosidad de espíritu, confianza. Fortaleza de alma y voluntad firme y generosa». Pos., pp. 55,477

                                                             AFJM , Comunidad de Corrientes

«La Alegría nos invita a esperar a Aquel que viene»

Tiempo ordinario

4 de Octubre. Domingo 27º del Tiempo Ordinario





“Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña”.

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (5,1-7):
“Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña”.
Salmo

Sal 79,9.12.13-14.15-16.19-20

R/.
 La viña del Señor es la casa de Israel

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (4,6-9):
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Evangelio : Mateo (21,33-43)

«Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: «Respetarán a mi hijo». Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: «Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia».Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?». Le respondieron: «Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo». Jesús agregó: «¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos? .Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos».»
                                                                                                                                                                                                                                                                          Palabra de Dios

Comentario

Queremos cuidar tu Creación Señor, deseamos ser viñadores y labradores, con nuestra vida, con lo que somos y estamos llamados a ser.

Los frutos son regalo de tu gracia, de dejarnos preparar, sembrar, cuidar y dejarnos encontrar. Este es el gran desafío.  La herencia, la viña, la Creación, todo está,  solo hace falta redescubrir al Dios de la vida que  va con cada uno de nosotros/as animándonos a cuidar, a dar, a soñar y sobretodo sentirnos hijo en el Hijo, con un Padre que nos ama incondicionalmente.

Equipo AFJM

Sólo con la certeza de ese Padre Bueno, Claudina pudo lanzarse a la empresa loca y presuntuosa que dio y da vida, que es fuente y árbol de  muchas vidas.

Hoy es lindo  abrir las  manos y el corazón  para redescubrirnos Creadores, viñadores, labradores y  personas agradecidos/as por tantos bienes que son parte de nuestra cotidianeidad.

La  invitación  es hacernos cargo de la gran herencia, de la viña y dar fruto. ¿Nos animamos?

Tiempo ordinario

27 de septiembre. Domingo 26º del Tiempo Ordinario





“Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús”

Primera lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel (18,25-28): “Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá.»

Salmo :Sal 24,4bc-5.6-7.8-9
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando. 

Segunda lectura

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,1-11):

“Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús”

Evangelio. Mt 21, 28-32

«¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: «Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña”. Él respondió: «No quiero». Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: «Voy, Señor», pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?». «El primero», le respondieron. Jesús les dijo: «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él.

                                                                                Palabra de Dios 

Comentario

Jesús nos presenta una imagen de Dios como Padre Bueno, la Fe nos sana porque nos dispone al encuentro con un Dios que no juzga sino que abraza y acoge.

La lectura nos interpela con una invitación a vivir de forma coherente. Desechando la hipocresía de quienes obran contrariamente a lo que predican. De quienes juzgan duramente a los demás. Intentemos vivir descubriendo fortaleza en nuestras propias debilidades. El Señor nos mira con infinita ternura y nos ayuda a reconciliarnos con nuestros propios límites para » seguir en camino» pero nos pide humildad y delicadeza en nuestro obrar. En este tiempo especial que transitamos tratemos de reconsiderar nuestros vínculos, con cercanía y sencillez. A veces no son nuestras heridas las que debemos restaurar sino las secuelas de cuando nosotros herimos a los demás sin darnos cuenta. 

Señor, enséñame a encontrarte en todo aquello que me cruzo en mi peregrinar hacia ti !

 Claudina , sólo el perdón puede restaurar al ser humano.

En Claudina la bondad operante de Dios le permite actuar y llegar a transformar la realidad, una vida plena que se deja conmover por las miserias de su tiempo.

Su experiencia de la Bondad de ese Dios cercana es una invitación al perdón y a la reconciliación. 

Ella nos enseña que encuentra la Presencia en las presencias de su entorno, percibiendo en cada una de la niñas huérfanas la cercanía del Señor.

Intuye profundamente que para restaurar al ser humano hay que partir del perdón. Esas mismas niñas le permitieron descubrir lo más indefenso y vulnerable de la sociedad. Provenían de experiencias de miseria, dolor y abandono. Es por ello que las instaba a permanecer en la  esperanza , que resulta del encuentro con el Dios de la bondad.

» Yo os he elegido para que vayáis y deis fruto …»

                                                                 AFJM, Buenos Aires,  “Claudina”


Acercarte,
salvando el abismo
entre el infinito y lo limitado.
Salir de la eternidad
para adentrarte en el tiempo.
Hacerte uno de los nuestros
para hacernos uno contigo.
Y así, de carne y hueso,
empezar a mostrarnos
en qué consiste la humanidad.
Eres el Dios de la cercanía,
de los incluidos,
de los encontrados,
pues para ti nadie se pierde
de los reconciliados,
de los equivocados,
de los avergonzados,
de los heridos,
de los sanados.
Eres el Señor de los desahuciados,
de los agobiados,
de los visitados,
de los intimidados,
de los amenazados,
de los desconsolados,
de los recordados,
pues para ti nadie se olvida.
Tan cerca ya, tan con nosotros, Dios.

[José María R. Olaizola sj]

Tiempo ordinario

20 de Septiembre .Domingo 25º del Tiempo Ordinario –




«Quiero dar a éste que llega último lo mismo que a ti»

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (55, 6-9):
Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes que vuestros planes.
Salmo

Sal 144

R/.
 Cerca está el Señor de los que lo invocan

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (1,20c-24.27a):
Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir.

Evangelio

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo (20,1-16):
«Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña. Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: «Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo». Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: «¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?». Ellos le respondieron: «Nadie nos ha contratado». Entonces les dijo: «Vayan también ustedes a mi viña». Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: «Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros». Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: «Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada». El propietario respondió a uno de ellos: «Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?».Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos».»

Palabra del Señor

Comentario

La generosidad y el amor desbordante del Padre se ven reflejados en esta parábola. Jesús nos llama a entrar en la nueva lógica del Reino. Nuestro sentido de justicia no es el mismo que el de Dios. Nuestras ecuaciones se desvanecen ante la generosidad del Padre. Nuestras estructuras se ven “amenazadas”  por su Amor y su sentido de justicia, esto provoca  a veces en nosotros desconcierto…¿Por qué ellos ,que no trabajaron, van a recibir la paga igual que yo ? ¿Por qué aquel que se fue con la herencia,recibe amor y abrazos? ¿Por qué aquel que no cumple, va a recibir la misma recompensa que yo, que hago todo “bien”?

Dios nos responde…: “Hijo tu siempre estás conmigo, y lo mío es tuyo”. Alégrate que tu hermano ha vuelto.”

El Reino se concreta si todos estamos convocados.  La alegría del Padre  no es plena  ,si hay alguien que no sabe que Él es su Padre.

“LA MAYOR DESGRACIA ES VIVIR SIN CONOCER A DIOS”.(Santa Claudina)

La vida de Claudina fue movilizada por un  sentimiento tan fuerte que despertó en ella el deseo de darse por entera. Ella experimenta el profundo dolor de la muerte trágica de sus hermanos y al mismo tiempo recibe el abrazo del Padre que la consuela y la sana. Ella descubre que Él es el  sentido de la vida. Ella percibe el pecado como el rechazo a Dios  que provoca la autodestrucción del hombre. El mal más profundo del ser humano es  vivir en la ignorancia de Su Amor.

El  motor que movilzó  su vida  fue el que todos conozcan y experimenten el Amor misericordioso.

Como familia de Jesús María estamos llamados a dar a conocer este Amor, con nuestra propia vida , con nuestro propio ser: “No solo de palabra sino con obras y de verdad”.

AFJM ,Equipo

El  banquete

La mesa está llena.

Se sirven manjares exquisitos:

la paz, el pan , la palabra de amor

de acogida, de justicia de perdón.

Nadie queda afuera,

que si no,la fiesta no sería tal.

Los comensales disfrutan del momento,

y al dedicarse tiempo unos a otros,

se reconocen por primera vez, hermanos.

La alegría se canta,

los ojos se encuentran,

las barreras bajan,

las manos se estrechan,

la fe se celebra.

…y un Dios se desvive

al poner la mesa.

                   José María Rodriguez Olaizola

Tiempo ordinario

30 de Agosto, domingo 22° del Tiempo Ordinario

“El que pierda su vida por mí, la encontrará”

Primera lectura

Lectura del libro de Jeremías (20,7-9):
Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir

Sal 62,2.3-4.5-6.8-9 R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (12,1-2):
Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios…

Evangelio : Mt16,21-27
En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»
Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas corno los hombres, no como Dios.»
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.» Palabra del Señor

Comentario

El Seguimiento y la Cruz

El seguimiento comienza como experiencia de libertad. Jesús dice: “El que quiera…”

Nadie está obligado, nada se impone. El seguimiento es en libertad, desde la decisión personal. Y esa decisión de seguimiento exige la soledad fecunda en la que asumir desde la conciencia más profunda, los planteamientos, las actitudes y las opciones del evangelio. Todos nos lanzamos solos en el seguimiento aunque nadie permanece solo en él.

Claudina, en la noche de Pierres Planteés  desde esa soledad fecunda y habitada elige el seguimiento…

Hay una palabra más: “el que quiera seguirme, niéguese a sí mismo…” Renunciar al propio camino para seguir al que nos precede. Seguirle es comprometerse en el mundo y su historia con la pasión de amor de Jesús. Caminar detrás de Él no es trotar torpemente por las huellas que han dejado sus pasos, es avanzar en la misma dirección que Él con la misma confianza en Dios y la misma pasión por el Reino. Y esto supone elegir y elegir es renunciar

Claudina, ante el sufrimiento de tanta miseria se abre al Señor y negándose a sí misma, a sus dudas y temores, asume el seguimiento como pauta de su vida.

Y Jesús, aún añade: “El que quiera… tome su cruz” Cada uno toma su cruz, es decir, vive la obediencia al Padre desde la libertad interior que asume Su voluntad “hágase…” Y esta es la radicalidad del discípulo: llevar cada día la cruz, viviendo en cada momento la totalidad de la existencia. La cruz del discípulo es siempre  una cruz solidaria. Todos llevamos nuestra cruz y en ella las cruces del sufrimiento,  del pecado y de la injusticia de nuestro mundo.

Claudina asumió su cruz desde la libertad interior del seguimiento transformándola en ternura, cercanía y servicio a las más necesitadas de su tiempo.

  Comunidad de Carrasco ,Montevideo Uruguay

¿De qué te sirve ganar el mundo,

 si para hacerlo desperdicias tu vida?

 ¿De qué te sirve perseguir el éxito,

 si en el camino te dejas el corazón,

 los valores o la alegría?

 ¿De qué te sirve perseguir la belleza en un espejo,

 cuando  la vida te espera tras una ventana?

 ¿De qué te sirve farfullar excusas de perfección,

 si quien te ama de verdad quiere abrazar tus sombras?

 ¿De qué te sirve coleccionar aplausos,

 si no comprendes que una sola caricia

 vale más que todos los parabienes del mundo?

 ¿De qué te sirve la alfombra roja

 si conduce a una puerta tapiada?

 ¿De qué te sirve una eternidad de fiestas

 si te ahogas en un instante de silencio?

 ¿De qué te sirve el poder,

 si no es para servir?

 (José María R. Olaizola sj)