Cuaresma

21 de febrero –Domingo 1° de Cuaresma

«Espíritu de Dios , llévanos al desierto»

Primera Lectura: Génesis 9, 8-15

 Salmo: Salmo 24, 4-5b. 6. 7b-9. «Tus senderos, Señor, son amor y fidelidad».

 Segunda Lectura: 1 Pedro 3, 18-22

EVANGELIO:Marcos 1, 12-15

“El Espíritu llevó a Jesús al desierto, donde fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Vivía entre las fieras, y los ángeles le servían.

Después que Juan Bautista fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia».”

PALABRA DEL SEÑOR.

COMENTARIO

En este primer domingo, las lecturas nos invitan a tomarnos en serio este tiempo de conversión y a recordar nuestra profesión de fe. Si queremos tomarnos en serio nuestra vida de bautizados, si queremos prepararnos de verdad para renovar en la Pascua las promesas bautismales, sabemos que no van a faltar en nuestra vida problemas, obstáculos y tentaciones. El mismo Jesús pasó por todo esto. Estamos expuestos a la influencia del mundo que nos rodea, a la tentación de satisfacer nuestros deseos de necesidad, a riesgo de olvidarnos de Dios, quien es el que realmente sacia nuestro vacío.

En esta Cuaresma recién comenzada, tenemos que afrontar el caminar por el desierto (que no siempre es negativo, sino que muchas veces puede ser un espacio de conocimiento personal que nos lleve a la conversión y al cambio), poniendo nuestra confianza y nuestra esperanza en el Señor.

Hoy nuestra profesión de fe es reconocer que Cristo es el Señor de nuestra vida y de nuestra historia, que en Él está nuestra salvación. Pidamos la gracia de poder abrazarnos a Él en este tiempo de lucha, de dificultad, de aislamiento, apoyados en su Palabra, y así iremos preparando, paso a paso, la Pascua, el triunfo de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte. No hay victoria si no es en la Cruz de Jesús.

  • Claudina estuvo llena de dificultades, obstáculos y tribulaciones. Pero jamás se apartó del camino que el Espíritu le iba marcando. Atravesó el desierto de la violencia, el terror y la pobreza, y siempre permaneció aferrada a la mano de Jesús.

De ese modo, pudo derramar el amor de Jesús y María a los que la rodearon, dando cobijo y siempre confiando en la Bondad de Dios. Su legado mantiene esta confianza y se esparce por el mundo, anunciando la Buena Noticia.

Reflexionamos: Me tomo un momento para mirar mi interior.

Miro a Claudina, mujer de fe, que se abrazó a Jesús desde la primera noche de su entrega. Su vida

  • ¿Cuáles son las dificultades, obstáculos, tentaciones que están presentes en mi vida hoy? Pido humildemente la ayuda de Jesús para poder superarlos, o caminar con ellos sin perder la fe y la esperanza.
  • El tiempo de desierto, como dijimos anteriormente, es un tiempo de mirar hacia adentro y salir en busca del hermano que puede estar pasando lo mismo que yo. Y, así, caminar juntos hacia la Pascua. Pienso en alguna persona a la cuál me puedo acercar en esta Cuaresma.
  • ¿Qué le quiero pedir hoy a Jesús con relación a lo que estoy viviendo?

No perdamos la visión de esperanza. El oasis en el desierto está y nos devuelve la Vida, como la Cruz, que, al final, nos lleva a la Resurrección.

AFJM, Bella Vista

Tiempo ordinario

14 de Febrero. Domingo 6º del Tiempo Ordinario –

«Lo quiero, queda purificado»

Primera lectura

Lectura del libro del Levítico (13,1-2.44-46):

El Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza. El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: «¡Impuro, impuro!» Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 31,1-2.5.11

R/. Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.

Dichoso el que está absuelto de su culpa,

a quien le han sepultado su pecado;

dichoso el hombre a quien el Señor

no le apunta el delito. R/.

Había pecado, lo reconocí,

no te encubrí mi delito;

propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»

y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.

Alegraos, justos, y gozad con el Señor;aclamadlo, los de corazón sincero. R/.

Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (10,31–11,1):

“Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven. Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.”

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,40-45):

«Entonces se le acercó un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: «Si quieres, puedes purificarme». Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado».En seguida la lepra desapareció y quedó purificado. .Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: «No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio». Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes.»

Palabra de Dios

Comentario:

En la primera lectura escuchamos sobre la enfermedad de la lepra; en ese tiempo las personas enfermas eran consideradas impuras y condenadas socialmente a pasar vergüenza y vivir en soledad.

La segunda lectura nos invita a realizar cada una de nuestras actividades diarias en nombre de Dios; ofrecerle nuestras labores hogareñas, nuestros estudios, nuestro desempeño laboral, compartir nuestros pesares y alegrías. Nos invita a tener la valentía de incluirlo en nuestra vida desde lo más simple hasta lo mas complejo.

El salmo nos anticipa el gozo de sentirnos curados por nuestro Señor, canta confirmando esa valentía de atrevernos a ser sinceros con Él.

En el Evangelio vemos a un leproso, a un enfermo, a alguien que necesita ser sanado… vemos a una persona, a uno de nosotros que con plena confianza se arrodilla frente a Jesús suplicando que lo cure. Vemos a Jesús que totalmente a la inversa que todos los demás, en vez de alejarse y despreciar… ¡se compadece, extiende su mano y lo toca! Le expresa su deseo de querer curarlo no sólo físicamente sino que consecuentemente lo quiere curar también de su soledad, de su angustia, de su marginación.



La lectura de esto nos lleva a decir ¡Qué bueno es Dios! Es posible también para nosotros ver a Santa Claudina acercándose a los que sufren necesidad, a los excluidos, a las olvidadas… Ella busca con cariño que el mundo que la rodeaba sepa que Jesús QUIERE acercarse a cada uno para tocarlos y sanar.

Para reflexionar:

Me pienso de rodillas frente a Jesús.. ¿qué le pediría? ¿Qué necesidad de ser curada/o encuentro en mí?
Hago silencio y escucho.. ¿a quien me pide que me acerque para animarlo a sentirse tocado y sanado por Él?



AFJM “ Senderos ” Pablo Nogués, Argentina


Navidad

Domingo, 10 de enero de 2021 .Lecturas del Bautismo del Señor – Ciclo B

«Este es mi Hijo amado, escúchenlo»

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (42,1-4.6-7):

“Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he tomado de la mano, te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.»

Salmo

Sal 28,1a.2.3ac-4.3b.9b-10

R/.
 El Señor bendice a su pueblo con la paz

Segunda lectura

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34-38):

«Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.»


Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,7-11):

««Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el Espíritu Santo». En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: «Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección».»

                                                                                                                          Palabra  de Dios

COMENTARIO

Nada más lindo que esta lectura donde Jesús es bautizado y recordar las palabras del Padre. » eres mi hijo amado y en ti mi complazco». Hoy me detengo en esa mirada del Padre a su Hijo. Jesús se hace uno con nosotros por lo que es lindo saber que esas mismas palabras son nuestras también. Me encanta saber que por medio del Bautismo de cada uno de nosotros, así con toda nuestra condición humana, Dios Padre nos toma como hijos suyos… Nos dice a todos «eres mi hijo amado», esta misma frase se repite en parábola del Padre misericordioso. Constantemente Dios nos dice que nos ama y se complace con nuestra presencia, con nuestros gestos de amor, con nuestra actitud en salida al mundo, con los que nos rodean.

(Imagen de Santa Claudina de la capilla de JM Pablo Nogués)

En Claudina puedo notar también como ella se re significa como hija de Dios, y como desde ese amor de padre e hija, así como Jesús, abre su corazón con gestos de acogida y amor a tantos que en su tiempo lo necesitaban, con toda su humanidad y pequeñez.

En la Epifanía, Dios, se da a conocer, enviando a su hijo. En el bautismo de Jesús, Dios reivindica a su hijo. Lo llama su predilecto. Entonces, y ahora, pocos lo reconocieron. Esa fue la gran preocupación de Claudina. Los hombres y mujeres, que viven sin conocer a Dios. Preocupación, que hacemos nuestra, tambien hoy. Pidamos, que como Claudina,demos a conocer a Dios, y confirmemos su misión y su presencia en nuestras vidas, para que se muestre en la vida de quienes nos conocen.

AFJM, Pablo Nogués